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La presión arterial: vital, pero con riesgos

La presión arterial es la fuerza que impulsa la sangre a través de las arterias hacia los órganos, proporcionándoles oxígeno y nutrientes. Aunque es generada por el bombeo del corazón, sus valores dependen también de la elasticidad de las arterias y de la resistencia que estas ofrecen al flujo sanguíneo. Es fundamental para la vida, pero cuando es demasiado alta, puede resultar perjudicial a largo plazo.

Notas de escritura del médico

¿Qué es la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial se define como una elevación persistente de la presión en las arterias sistémicas. Es una enfermedad que generalmente no causa síntomas evidentes, pero con el tiempo puede dañar las arterias y los órganos que irrigan.

En el 90-95% de los casos, hablamos de hipertensión primaria o esencial, cuya causa exacta se desconoce. El 5-10% restante corresponde a hipertensión secundaria, que se debe a una causa identificable.

La hipertensión arterial es muy común. Se estima que una de cada tres personas mayores de 30 años la padece, y su prevalencia aumenta con la edad. Aunque es poco frecuente antes de los 30 años, después de los 60 afecta a dos de cada tres personas.

Sin embargo, muchas personas desconocen que la tienen. Esto ocurre porque solemos asumir que si nos sentimos bien, todo está en orden, confiando en que nuestro cuerpo nos avisará si algo anda mal. Pero las estadísticas son contundentes: se calcula que aproximadamente la mitad de las personas con hipertensión no saben que la padecen.

La hipertensión primaria o esencial

La hipertensión primaria o esencial es la forma más común de hipertensión arterial, por lo que merece especial atención. Aunque su causa exacta es desconocida, se sabe que su desarrollo resulta de una interacción compleja entre factores ambientales, conductuales, genéticos, hormonales y de los sistemas orgánicos, como el cardiovascular y el sistema nervioso central.

Desde un punto de vista práctico, hay dos aspectos importantes a considerar:

  1. Antecedentes familiares: Si sus padres son hipertensos, especialmente si desarrollaron esta condición antes de los 40 años, su riesgo de padecerla en algún momento de la vida es mayor.

  2. Estilo de vida: Los hábitos diarios son más relevantes de lo que podríamos pensar. Factores como la alimentación, el consumo de alcohol, los patrones de sueño y el sedentarismo tienen un papel crucial en el desarrollo de la hipertensión.

Médico que controla la presión arterial

El daño silencioso de la hipertensión

La hipertensión actúa de manera silenciosa e insidiosa. Generalmente “no duele” ni produce síntomas evidentes pero durante los años en que la presión arterial está elevada, va dañando progresivamente órganos como los riñones, el corazón, el cerebro y los ojos. Este daño acumulado puede manifestarse finalmente en forma de insuficiencia cardíaca, pérdida de visión, deterioro cognitivo o arritmias.

La secuencia de eventos suele ser la siguiente:

  • Vivimos nuestras vidas sin preocuparnos por este problema, especialmente si no tenemos contacto frecuente con médicos o desconocemos nuestros valores de  presión arterial.

  • Con el tiempo, algunos desarrollan hipertensión sin saberlo.

  • Durante años, la presión arterial elevada causa daño progresivo en el cuerpo.

La mayoría de las personas descubren que tienen la tensión elevada de manera fortuita, generalmente durante una consulta médica por otro motivo o al utilizar un tensiómetro de un familiar. Otros, menos afortunados, la descubren tras sufrir consecuencias graves como un ictus o un infarto de miocardio.

Siempre es mejor prevenir que curar. Por eso, este proyecto busca detectar la hipertensión arterial de forma temprana, antes de que cause daño, y prevenir o retrasar su aparición en personas en riesgo.

La importancia de la prevención

Creado por Dr. Rafal Moscicki con Wix.com

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